EL FISGÓN

Juan José Díaz Bermúdez

El PAN nuestro de cada día en México; hambre y muerte.

El PAN nuestro de cada día en México; hambre y muerte.

Oaxaca, México (Punto y Aparte).-  Entre tanto el país se desangra en una guerra sin sentido, a la mujer se le sataniza cuando quiere decidir sobre su cuerpo y futuro mediante leyes unilaterales que violan los derechos más elementales, el crimen aumenta en las calles, plazas, barrios y colonias, el desempleo golpea a jóvenes y padres de familia, el poder adquisitivo llama al hambre en hogares proletarios y de la clase media baja, los vedettes de la política de todos los partidos políticos, encabezados por Felipe Calderón, se desviven en querer mostrar a un México donde no pasa nada. Sabiendo que su proyecto de vida y sobrevivencia  se les escapa de las manos, insisten en dibujar una patria donde los ríos de leche y miel ahogan a los hambrientos y sacian a los pobres.

Al cumplirse doce años de estar en el poder, el Partido Acción Nacional, un instituto político de derecha, conservador, ruin y nefasto, no menos que el PRI y el PRD, nos invita a pensar hasta donde los partidos políticos han cumplido. El sistema político mexicano ha llegado a su fin, jamás cumplió con el pueblo, se limitó a ser administrado como ente moral por unos cuantos que se beneficiaron ellos y sus familias, en una pirámide social donde los de abajo como siempre cargaron en sus espaldas a los cortesanos, que de todos los partidos viven alrededor de los gobiernos sea de los partidos que sean.

La falsa democracia en la que se vive, porque aquí el pueblo no es soberano por ignorancia de nosotros mismos, la mentira de una república porque el gobierno federal no cumple ya con sus objetivos y obligaciones hacía 32 estados que componen esta nación. Nuestro país nace de historias mal escritas y engaños que han trascendido de boca en boca cual leyendas, en tal razón  lleva a esta patria  al caos social. Vivimos desde principios de este sexenio en México una guerra civil que ya costó más de 50 mil muertos, se dice fácil, pero difícil, angustioso y la propia muerte en vida de madres, esposas, hijos, hermanos de aquellos que han caído asesinados, levantados, secuestrados, desaparecidos.

Hay según datos de organizaciones sociales más de 8 mil desaparecidos, algunos de ellos personas que se dedicaban a defender al pueblo, es decir, la guerra contra el crimen organizado como pomposamente  Calderón la llama desgarrándose las vestiduras, solo ha servido para quitar del camino a los adversarios políticos y comerciales.

Lo grave es que el pueblo lo sabe, conocen de estos hechos los diputados federales y locales en cada uno de los congresos, los gobernadores, la clase política en general, se sabe que la guerra que inició Felipe Calderón es una farsa, se persiguen intereses impronunciables, pero nadie dice con seriedad un ¡ ya basta! Se concretan en críticas sin sentido en algunas ocasiones poco serias, ningún partido político ha tomado su postura histórica con  una cruzada nacional en la que se incluyan todos los sectores para exigir no solo que se detenga la masacre, además que el ejército mexicano regrese a los cuartales y deje de actuar en la ilegalidad.

Javier Sicilia junto con luchadores sociales inician una caravana por la paz y su movimiento es criminalizado porque al gobierno no le conviene la verdad, no le gusta que un ciudadano se organice con otros más, para exigir justicia, para denunciar verdades como el hecho que militares y policías federales extorsionan a la población. Son verdades que demuestran que estamos en un caos político-social y económico, resultado del Estado fallido en el que tiene el Partido Acción Nacional (PAN) al país.

Estamos gobernados desde el gobierno federal  por una persona obsesionada en la guerra, Felipe Calderón es un presidente bélico, violento que militarizó al país con el objetivo de acallar las críticas de su mandato espurio. El PAN y Calderón deben muchas explicaciones a los mexicanos, tratan de ocultar la verdad, una realidad que los alcanzará tarde o temprano porque el pueblo está cansado de todos los partidos políticos, en especial del PAN.

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